En espera de la autopsia de Michael Jackson

A pesar de las enormes expectativas en torno a la autopsia oficial practicada a Michael Jackson tras su repentino fallecimiento el pasado 25 de junio, la oficina del forense del condado de Los Ángeles informó ayer que los resultados finales no se darán a conocer probablemente hasta la semana que viene. Aunque la impaciencia, la curiosidad y las ganas de hacer negocio podrían resultar bastante costosas a ciertos empleados de la "morgue".

El "sheriff" de Los Ángeles, a petición del gobierno del condado, ha abierto su propia investigación preliminar entre la plantilla del departamento del forense para determinar si algún funcionario ha filtrado ilegalmente o vendido información confidencial relacionada con la muerte del rey del Pop. La semana pasada, la propia oficina del forense reconoció que al menos media docena de empleados habían accedido indebidamente al certificado de defunción de Jackson.

Ese documento se encuentra archivado dentro de un sistema informático supervisado por el Estado de California. Pero a las dos semanas de la muerte de Jackson, su certificado de defunción había sido curioseado en al menos 300 ocasiones por personas que no tenían nada que ver con la investigación abierta por la Policía de Los Ángeles. Ya que el material es accesible a través de una clave de ordenador repartida entre la oficina del forense, empresas funerarias, hospitales y registros civiles.
Los responsables de la oficina del forense de Los Ángeles también han detectado ciertos puntos débiles en la seguridad de otros dos sistemas informáticos que contienen datos confidenciales sobre investigaciones en curso. Por lo que se ha implantado un nuevo sistema de credenciales digitales para impedir el acceso a personal no autorizado.
En lo que se refiere a la pesquisa policial abierta para esclarecer la muerte de Jackson, las autoridades siguen concentradas en el médico personal del artista, el doctor Conrad Murray, bajo sospechas de un homicidio negligente por el uso y abuso del fármaco Propofol, un potente anestésico. Agentes federales anti-droga ya han registrado tanto el domicilio del médico en Las Vegas como una de sus consultas en Houston.

Aunque todavía no se ha formalizado ningún tipo de acusación, fuentes de la investigación policial han indicado esta semana que el cardiólogo de origen caribeño, contratado por 150.000 dólares al mes, habría suministrado personalmente el anestésico a su estelar paciente. Ya que Michael Jackson exigía dosis de ese anestésico no utilizado fuera de centros hospitalarios para conciliar el sueño.

Fuente: ABC.ES

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