En este informativo según fuente: eluniversal.com
Kai Chase sabía que algo malo pasaba porque el Rey del Pop no había desayunado
Los Ángeles.- Kai Chase, la cocinera de Michael Jackson, sabían que algo malo estaba ocurriendo. ¿La razón? A diferencia de todos los días, el pasado 25 de junio el doctor Conrad Murray no bajó a la cocina para buscar el jugo y la granola que solía desayunar el Rey del Pop. Y a ella no le dio buena espina, pero prefirió pensar que el señor Jackson no se había levantado o quería dormir un poco más.
"Comencé a preparar el almuerzo y entonces vi mi teléfono celular", recuerda Chase, quien ha decidido contar qué fue lo que ocurrió en casa del cantante el día de su muerte.
"Era mediodía. Pero a eso de las 12:05 o 12:10 el doctor Murray bajó las escaleras corriendo y gritando: '¡Busquen a Prince!'. Gritaba muy fuerte. Así que yo corrí a la sala donde estaban jugando los niños. Prince -el hijo mayor de Jackson- corrió a reunirse con el doctor Murray. La hija (Paris) estaba llorando. Y un grupo de paramédicos subía corriendo las escaleras''.
Kai Chase, de 37 años, fue contratada por Michael Jackson en marzo para que cocinara alimentos saludables para él y sus hijos, no entendía qué era lo que estaba pasando. Pero minutos después se dio cuenta de que los niños, la niñera, la ama de llaves y ella misma estaban agarrados de la mano rezando: "Ayuda a que el señor Jackson esté bien'', repetían todos.
Alrededor de la 1:30 p.m. los guardias de seguridad le dijeron a Chase y a los demás empleados que abandonaran la propiedad porque el señor Jackson sería trasladado al hospital. Y cuando salió al patio ya habían llegado las ambulancias y se había congregado una multitud.
Acerca del doctor de cabecera de Michael Jackson, Conrad Murray, quien se ha convertido en el blanco de las investigaciones policiales, la cocinera asegura que él llegaba todos los días a las 9:00 o las 9:30 de la noche y subía al cuarto de Jackson. Ella no volvía a verlo hasta la mañana después, cuando él bajaba las escaleras con un tanque de oxígeno en cada mano y, acto seguido, buscaba el desayuno de su jefe, pero entendía que pasaba allí la noche.
La única rareza, piensa, eran los tanques de oxígeno. Pero Chase nunca preguntó para qué servían y tampoco dice haber visto señales de que Jackson estuviera delicado de salud.
La mayoría de los días, recuerda Kai Chase, era Conrad Murray quien le llevaba a Michael Jackson los jugos de frutas que ella preparaba, seguido de la granola con leche de almendras. Mientras que para el almuerzo Jackson solía comer ensalada de espinaca y pollo. Y para la cena, atún de aleta amarilla a la brasa la mayoría de los días, dijo. Michael Jackson comía casi todos los días con su hijo y Paris bendecía la mesa.
Kai Chase sabía que algo malo pasaba porque el Rey del Pop no había desayunado
Los Ángeles.- Kai Chase, la cocinera de Michael Jackson, sabían que algo malo estaba ocurriendo. ¿La razón? A diferencia de todos los días, el pasado 25 de junio el doctor Conrad Murray no bajó a la cocina para buscar el jugo y la granola que solía desayunar el Rey del Pop. Y a ella no le dio buena espina, pero prefirió pensar que el señor Jackson no se había levantado o quería dormir un poco más.
"Comencé a preparar el almuerzo y entonces vi mi teléfono celular", recuerda Chase, quien ha decidido contar qué fue lo que ocurrió en casa del cantante el día de su muerte.
"Era mediodía. Pero a eso de las 12:05 o 12:10 el doctor Murray bajó las escaleras corriendo y gritando: '¡Busquen a Prince!'. Gritaba muy fuerte. Así que yo corrí a la sala donde estaban jugando los niños. Prince -el hijo mayor de Jackson- corrió a reunirse con el doctor Murray. La hija (Paris) estaba llorando. Y un grupo de paramédicos subía corriendo las escaleras''.
Kai Chase, de 37 años, fue contratada por Michael Jackson en marzo para que cocinara alimentos saludables para él y sus hijos, no entendía qué era lo que estaba pasando. Pero minutos después se dio cuenta de que los niños, la niñera, la ama de llaves y ella misma estaban agarrados de la mano rezando: "Ayuda a que el señor Jackson esté bien'', repetían todos.
Alrededor de la 1:30 p.m. los guardias de seguridad le dijeron a Chase y a los demás empleados que abandonaran la propiedad porque el señor Jackson sería trasladado al hospital. Y cuando salió al patio ya habían llegado las ambulancias y se había congregado una multitud.
Acerca del doctor de cabecera de Michael Jackson, Conrad Murray, quien se ha convertido en el blanco de las investigaciones policiales, la cocinera asegura que él llegaba todos los días a las 9:00 o las 9:30 de la noche y subía al cuarto de Jackson. Ella no volvía a verlo hasta la mañana después, cuando él bajaba las escaleras con un tanque de oxígeno en cada mano y, acto seguido, buscaba el desayuno de su jefe, pero entendía que pasaba allí la noche.
La única rareza, piensa, eran los tanques de oxígeno. Pero Chase nunca preguntó para qué servían y tampoco dice haber visto señales de que Jackson estuviera delicado de salud.
La mayoría de los días, recuerda Kai Chase, era Conrad Murray quien le llevaba a Michael Jackson los jugos de frutas que ella preparaba, seguido de la granola con leche de almendras. Mientras que para el almuerzo Jackson solía comer ensalada de espinaca y pollo. Y para la cena, atún de aleta amarilla a la brasa la mayoría de los días, dijo. Michael Jackson comía casi todos los días con su hijo y Paris bendecía la mesa.
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