La hermana mayor de Michael Jackson, Latoya, no sólo ha roto el silencio, sino que ha lanzado una bomba que podría expanderse y rozar a no pocos en el entorno cercano al Rey del Pop.
En el periódico británico News of the World, Latoya afirma que son varias las personas responsables de la muerte de su hermano y que la razón fue "una conspiración para hacerse con su dinero".
Sus declaraciones se conocen luego de que el jefe de la Policía de Los Ángeles admitiera que el asesinato es una de las líneas de investigación.
"Hubo una conspiración. Creo que fue todo por el dinero. Michael valía más de 1.000 millones de dólares en activos por derechos de difusión musical y alguien lo mató por eso. Valía más muerto que vivo", dice Latoya, que no da nombres acerca de quiénes pueden ser los asesinos.
Latoya asegura que ese "grupo de personas" robó 2 millones de dólares en efectivo y joyas de la casa de su hermano, que le engancharon a las drogas, que le aislaron de su familia "para que se sintiera solo y vulnerable", y que le obligaron a trabajar "hasta la extenuación" para seguir ganando dinero.
En las entrevistas revela otros detalles, como que el cantante no murió en su cama sino en la del médico que vivía con él, Conrad Murray, al que acusa de desaparecer cuando ella empezó a hacerle preguntas.
"Se limitó a mascullar algo y me dijo algo así como 'Michael no lo hizo, lo siento'. Algo no estaba bien. Me pareció extraño", dice, para agregar luego que por eso insistió en que se le hiciera una segunda autopsia al cadáver después de ver que "tenía marcas de pinchazos en el cuello y en los brazos". Y anticipó que conocer los resultados "será un shock" para el mundo.
También afirma que "las historias de que su corazón fue sacado (en la autopsia) no son verdad". Y acerca del futuro de los hijos del Rey, Latoya declara que nunca dejará que vayan a vivir con su madre, Debbie Rowe, a la que acusa de haber estado "junto a Michael sólo por dinero"
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